Este fragmento lo escribí en el 2009, la verdad es que los personajes son raros, y siquiera se sabe si el protagonista del fragmento es bueno o malo.
La verdad es que desde entonces he desarrollado gran parte de la historia de este personaje, historia que ha cambiado mucho y que no se puede mostrar ahora, ya que formará parte de algo mucho mas grande. Quedan muchos muchos años para que la historia de este personaje salga a la luz.
Kalec caminó por el pueblo en ruinas que tan prospero había sido solo unos días atrás.
La guerra había acabado, habían ganado, pero les había salido muy caro.
Su padre, el rey Greto, luchaba contra la muerte mientras el observaba a todos los que no la pudieron vencer. Amigos y enemigos juntos compartían ahora mismo un final idéntico, ni cualquier posición social que tubiesen en vida les hacía distintos ahora.
En ese instante Kalec oyó un sollozo, miró alrededor y encontró una mujer de cuclillas con las manos puestas en la cara. Kalec se acercó y descubrió que a sus pies había el cuerpo de un niño y de dos hombres, unos de ellos con avanzada edad.
– ¿Qué haces aquí? Deberías estar en el refugio.- dijo kalec seriamente.
– No nos dio tiempo a escapar majestad, nos alcanzaron – dijo la mujer entre llantos.
– ¿Eso cadáveres eran tu familia?
La mujer asintió.
– No te preocupes, la vida solo es un juego- dijo Kalec poniendo la mano en el hombro de la mujer.
La mujer golpeo la mano que Kalec tenia en su hombro y a voces, con una explosión de rabia dijo:
– ¡Cómo puedes ser tan despreciable! Ves a mi hijo, mi padre y mi marido muertos, en una guerra que no era la suya sino la de tu familia y me dices eso, que «¡La vida es un juego!» ¿Qué es la vida para ti acaso? ¡Ya veremos como te sienta a ti el día que te la quiten!
– El día que me la quiten, interesante, no se como me sentire quizás caiga en la desesperación y en el terror como la mayoria, o quizás la acepte con respeto y dignidad. Como te dije antes la vida es un juego, en la que el alma se apunta para conocer otras almas, como tú conociste la de tu padre, la de tu hijo y la de tu marido, pero, hay un día que el alma pierde la unión con el cuerpo y el alma abandona el mundo que solemos llamar, aunque no lo sea, real. El día en el que te abandona alguien que te importa es muy doloroso, al igual que todos los días que le siguen.
– Entonces mátame, corta mi unión con mi alma- pidió la mujer.
Kalec se acercó a ella, se puso detras suya, sujetó su cintura con una mano mientras con la otra desenvainaba la espada, con la cual segundos después apuntó a su cuello. Kalec acercó su boca a la oreja izquierda de la muchacha y le susurró:
– No soy quien para romper esa unión, espera a que tu alma lo haga, cuando eso pase también tu dejaras destrozados a mucha gente a la que le importas, los tendrás que esperar en el autentico mundo real, pero no temas, 50 o 60 años es solo la hora de la siesta para un alma, cuando seas vieja y llegues te encontrarás allí con tu familia y seréis felices para siempre, lo que un juego unió no se separara en la vida real.
Kalec la separó de él y se clavó su propia espada en un hombro.
-¿Qué haces?- dijo la mujer intentandolo detener.
– Intento sentir el dolor del pueblo, aunque se que esta herida es una minucia comparado con él.
Kalec se alejó de la muchacha para seguir su marcha.
La muchacha se quedó donde estaba, contemplándole, no todos los días se ve a alguien decir cosas tan raras. Pensó que si no fuese el príncipe lo habrían colgado por loco hace mucho tiempo. Ella hizo una interpretación de sus palabras, pero nunca tubo la seguridad de que su interpretación fuese la correcta.
Espero que os halla gustado el recorte, espero vuestros comentarios =D
un saludo^^
One reply on “Recorte 2”
Espero la continuacion de la historia
, al igual que la de Arturo. Buena suerte. Tchuss